15/07/2021

Propósito, procesos y personas: Aspectos clave para la sostenibilidad de los proyectos de Ingeniería

Los proyectos de ingeniería, en cualquiera de sus especialidades, buscan generar cambios positivos en las empresas y en la sociedad; sin embargo, muchas veces estas iniciativas enfrentan desafíos ajenos a la disciplina o a la tecnología.

En nuestro país, muchos grandes proyectos de inversión se han visto retrasados o incluso cancelados antes de iniciar, debido a una falta de capacidad de gestión o a que no se realizó un adecuado análisis de los interesados. Iniciativas estratégicas como las relacionadas a la transformación digital se ven frenadas por aspectos relacionados al miedo al cambio por parte de trabajadores y directivos. Y podríamos citar muchos otros tipos de proyectos que no logran los objetivos esperados, debido a aspectos que nada tienen que ver con la parte técnica.

En este contexto, se requiere complementar los conocimientos de ingeniería con capacidades de gestión, y dentro de estas, lo primero es entender y difundir el propósito real del proyecto; es decir, lo que se espera lograr, pero lejos de apuntar a resultados tangibles, como la construcción de un puente, el desarrollo de un software o el diseño de un dispositivo médico, es entender cuál es el beneficio real. Esto constituye el propósito, el cual solo es efectivo cuando trae consigo un componente emocional, que haga que la gente se pueda comprometer con él.

Durante la pandemia fuimos testigos y actores de muchas iniciativas de proyectos, cuyo propósito fue hacerle frente a la pandemia y contribuir a salvar vidas. Es claro que este propósito impacta emocionalmente a las personas y esto hace que el equipo trabaje más motivado y que el resto de interesados tenga interés en apoyar el proyecto. Por el contrario, si el propósito no está claro, suele generarse la resistencia por miedo, desconocimiento u otros motivos.

Por supuesto, no basta con tener un propósito. Se requieren también procesos definidos, adecuados a la disciplina y procesos de gestión, a fin de asegurar el cumplimiento de plazos y utilizar adecuadamente los recursos, buscando generar un producto o servicio de calidad. De otro modo, el propósito solo queda en un buen deseo.

Finalmente, el factor que más problemas suele traer a los proyectos estratégicos es todo lo relacionado al factor humano. Las competencias del equipo, por supuesto, impactan en el resultado de los proyectos, pero más allá de eso, está la necesidad de involucrar a los interesados en el análisis de problemas y propuestas de solución en un proceso participativo, que permita que los resultados del proyecto sean sostenibles en el tiempo. En este contexto, es crítico considerar aspectos culturales al momento de formular y ejecutar el proyecto.

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