Dr. Edmundo Alfaro Delgado
“Minas”, “agua”, “contaminación” y “comunidades” son palabras que frecuentemente se asocian al referirse a la actividad minera en el Perú para resaltar efectos negativos; “agua” y “contaminación” son muy controversiales, y muy frecuentemente no contrastadas ni ponderadas con otros tipos de actividades productivas. Colateralmente, la minería y la economía peruana se relacionan mostrando la gran incidencia e importancia de esta actividad en el sostenimiento económico y laboral en el Perú. De forma soterrada, quizás, y con poco énfasis, es abordado el tema de la minería ilegal e informal, que evidentemente trae efectos negativos, ya sea en el medio ambiente como en la tributación y la conducción laboral. Son tres formas de visualizar e interpretar la actividad minera en el Perú y en ninguna se niega la necesidad y dependencia humana de los metales. Otra visión de esta actividad es la de los roles del Estado, que actualmente son de promoción y de regulación, pero que suele traer divergencias, políticas en especial, sobre la postura del Estado y su rol frente a esta actividad.
Este sector es el mayor contribuyente a la SUNAT y genera enormes inversiones en sus proyectos productivos. Es una de las principales bases para el sostenimiento de la economía nacional, sustentada por la condición geológica del Perú, que indica la existencia de importantes reservas de minerales metálicos. Inercialmente, este último factor es el que atrae a variedad de grupos económicos, sean grandes o pequeñas empresas, o empresarios y emprendedores diversos, para dedicarse a la extracción de metales en busca de beneficio económico.
Como en cualquier actividad productiva, la eficiencia tecnológica es de alta necesidad. Al tratarse de un proyecto minero formal, cualquiera que sea su magnitud, exige grandes inversiones económicas y de logística, largos periodos para llegar a su fase productiva (de 8 a 12 años en promedio), remoción de enormes cantidades de minerales de yacimientos, (entre 10 y 400 mil TM/día), y equipos y plantas de procesamiento de gran magnitud. Esta necesidad de eficiencia tecnológica ha de tener en cuenta estas características muy particulares de la minería.
Así, el concepto de “gigantismo” de equipos está claramente marcado y, junto con esto, la aplicación de gran cantidad de herramientas informáticas, de medición y de control, mecánicas, eléctricas, de construcciones de infraestructura, etc, que se requieren para poner en marcha y hacer eficiente el proceso de extracción de metales.
Además, en la actividad minera confluyen una amplia diversidad de profesionales y técnicos, y una gran demanda de servicios externos de variados tipos. Un aspecto notorio con respecto a los profesionales especializados en minería, que se ha verificado en el ámbito internacional, es la escasez de profesionales eficientes y de vanguardia, por lo que se prevé que los grandes proyectos mineros en el mundo incluirán la búsqueda exhaustiva de profesionales en minería para conducir sus proyectos.
Todo lo mencionado reafirma la gran incidencia e importancia que tiene la actividad minera en varios sectores sociales del Perú. El gigantismo tecnológico, la magnitud de inversiones económicas, el positivo efecto económico-productivo-laboral en las economías de poblaciones aledañas y en todo el país confluyen con notorias divergencias y conflictos con algunos sectores, tales como la agricultura y las comunidades campesinas.
Al día de hoy la minería peruana, con sus bondades y conflictos, es significativamente influyente en la economía peruana y contribuye a su sostenimiento y crecimiento.
Con las perspectivas de desarrollo tecnológico que visualizamos en el cercano y mediano futuro del Perú, consideramos que la actividad minera debe ser sostenida decisivamente y apoyada con las herramientas y habilidades de que disponemos. Así, en la PUCP, con las especialidades de Ing. Geológica e Ingeniería de Minas, estaremos contribuyendo a estos propósitos, con nuestra experiencia, visión de futuro, con los potenciales de nuestros profesionales, con la infraestructura y el equipamiento con los que contamos.
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