10/09/2021

Internacionalización académica en tiempos de Covid

La internacionalización de los estudiantes en un contexto normal se realiza a través de los intercambios regulares, programas cortos o programas de doble título, experiencias que brindan una oportunidad de interactuar y adaptarse a un entorno nuevo en una universidad extranjera y en una sociedad que los recibe con todo su bagaje. La pandemia restringió los diversos programas de movilidad estudiantil, pero también brindó una oportunidad única para eliminar las barreras físicas y metodológicas en el mundo a través de la interconexión en la red. De este modo, la educación ha encontrado nuevas vías para globalizarse y sumergir a nuestros estudiantes en entornos internacionales y pluriculturales.

Así nació la iniciativa CIPProM, el primer Curso Internacional Pluricultural de Proyectos de Mecatrónica, en colaboración con la Universidad de Buenos Aires (UBA). El curso fue ofrecido por las especialidades de Ingeniería Mecatrónica de la PUCP e Ingeniería Mecánica de UBA con un enfoque basado en proyectos. Los principales retos para esta experiencia fueron definir aspectos claves como la metodología, la evaluación, las herramientas tecnológicas y la interacción entre los participantes. El curso tuvo como objetivo principal el desarrollo de un proyecto de mecatrónica en equipos interuniversitarios desde su concepción hasta el desarrollo de un prototipo virtual bajo la orientación de docentes de ambas universidades. Para lograr el propósito, se concertó la estructura y el tipo de sesiones a considerar en el curso. Se constituyeron sesiones generales PUCP-UBA y sesiones tipo seminario. En las sesiones generales, cada grupo de trabajo presentó su propuesta y avances, y recibió la retroalimentación del grupo de profesores. En las sesiones tipo seminario, se ofrecieron talleres para el manejo de herramientas computacionales que contribuyeron al desarrollo técnico de los proyectos y al uso de estrategias para la gestión de proyectos.

El curso contempló la vinculación de la realidad de cada país para el análisis de los proyectos, de tal modo que los estudiantes logren un aprendizaje sobre el entorno latinoamericano, las similitudes y las diferencias. Este enfoque permitió enriquecer su perspectiva y formarlos con una visión más amplia del mundo, la cual se vio reflejada en los proyectos resultantes. Adicionalmente, la evaluación fue un aspecto relevante; en ese sentido, ambas universidades integramos diversas estrategias, considerando evaluaciones del tipo formativas y del tipo sumativas. La evaluación formativa estuvo basada en las retroalimentaciones orales a los equipos sobre la presentación de avances de sus proyectos. En este punto, incorporamos un aspecto lúdico con la finalidad de que los equipos identificaran su desempeño a través de niveles de progreso al estilo de los videojuegos. La evaluación sumativa consideró una calificación objetiva a los productos resultantes del curso como el prototipo virtual y el reporte técnico.

El curso, como experiencia, fue muy interesante por la diversidad y complejidad de los aprendizajes y los proyectos resultantes como un robot para la desinfección de ambientes hospitalarios, un equipo concentrador de oxígeno, un dron para transportar medicinas desde una central hasta un asentamiento humano, un robot para medir signos vitales de pacientes con Covid 19 y una máquina para la desinfección de mascarillas en una línea de producción. Este gran resultado se debió a la colaboración de los colegas Muñoz (PUCP), Facal, Velasco y Fernández (UBA). Gratamente, la experiencia continúa replicándose en el presente semestre académico.

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