21/11/2022

Enseñanza de la mecánica aplicada en tiempos de virtualidad

Mg. Pedro Flores

¿Cómo transmitimos los conocimientos que impartimos en el aula a través de las plataformas digitales sin la posibilidad de acercarnos a nuestros alumnos ni de mostrarles equipos y experimentos en vivo? Esta fue una de las principales interrogantes que los docentes nos planteamos cuando en marzo de 2020 se anunció que las clases se llevarían a cabo de manera virtual en su totalidad. Esta fue una interrogante que nos planteamos en particular los profesores de los cursos de mecánica aplicada, pues muchas veces nos valemos de estos recursos físicos para mostrar a nuestros alumnos las consecuencias directas de las expresiones y fenómenos que deducimos en la pizarra.

Es natural que en cursos como Dinámica o Resistencia de Materiales los profesores nos valgamos de pequeños objetos, equipos o experimentos que llevamos a los salones de clases para mostrar el movimiento y sus causas. Es más, muchas veces, incentivamos que los estudiantes utilicen nuestros equipos, ya sea pasándolos de mano en mano durante las clases o ayudándonos en frente de sus compañeros, para que puedan tener un sentido más físico y palpable de las teorías presentadas durante la clase. La virtualidad ha abierto las puertas a otro tipo de posibilidades que difícilmente habíamos considerado durante las clases presenciales y que ha despertado el interés de muchos alumnos: el uso de las herramientas digitales y de software especializado directamente en las clases de mecánica aplicada.

Por un lado, el uso de dichas herramientas nos ha permitido mostrar con más claridad los casos que presentamos en cursos como Dinámica, donde muchas veces las ecuaciones y expresiones que obtenemos son muy complejas para poder mostrarlas de manera gráfica. Esta complejidad se ve superada con el uso de software especializado que nos permite visualizar trayectorias y otros parámetros cinemáticos y cinéticos que de otra manera nos tomaría mucho tiempo calcular.

Por otro lado, es clásico mostrar a los alumnos imágenes y situaciones reales, que se trasladan a modelos físico-matemáticos simplificados en los que se pueden aplicar las teorías y principios que desarrollamos en clase. No obstante, el uso de herramientas computacionales nos permite también mostrar a los estudiantes las diferencias entre los modelos utilizados en clase y modelos más sofisticados que toman en cuenta otros detalles de los elementos y estructuras que analizamos.

¿Es momento, entonces, de renunciar a los experimentos físicos y solo utilizar las herramientas computacionales para mostrar los casos más reales y complejos de la ingeniería? Definitivamente, la respuesta es no. Las experiencias que de primera mano puedan tener los alumnos mediante la visualización o realización de experimentos físicos es un componente importante de su formación a nivel de pregrado, ya que les ayuda a interiorizar las teorías y principios vistos en clase al estimular también la parte motriz de su aprendizaje. Sin embargo, el uso de recursos computacionales enriquecerá la experiencia que los alumnos puedan tener en clase al tener la oportunidad de recibir la teoría, experimentar por ellos mismos con modelos sencillos, y escalar dichas teorías y modelos a situaciones más reales y complejas a través de herramientas digitales.

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